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La eficiencia energética, la comodidad de movimientos y la durabilidad son prioridades a la hora de construir o reformar una nave industrial. El bienestar de las personas que utilizan las instalaciones, y la correcta conservación de los bienes alojados en su interior dependen de ello. Pero también sabemos que el diseño es importante. Por eso hemos desarrollado nuestras soluciones en una amplia gama de colores, para que tu edificio se adapte a su marca o al entorno que le rodea.
El fibrocemento es transpirable, permite el intercambio gaseoso y por lo tanto el control de la temperatura dentro del edificio. La temperatura estable, junto con la ausencia de humedad, eliminan la posibilidad de condensación en el interior de la cubierta y la aparición de bacterias. A diferencia del metal, no se oxida, no genera moho ni se corroe. Tus bienes se mantendrán en las condiciones ideales. Así, tú y tus empleados podréis disfrutar de instalaciones de alta calidad y bajo mantenimiento durante décadas.
Si tu actividad produce gases y se encuentra con un ambiente agresivo en el interior, protege a tus trabajadores y la propia nave, con materiales de cubierta inoxidables. El fibrocemento está compuesto de cemento, agua, y fibras naturales y sintéticas. Ninguno de estos elementos se oxida, por lo que ofrece garantía anticorrosión y durabilidad.
Las placas onduladas de Euronit son ignífugas, cumplen por lo tanto con los más altos estándares de seguridad contra incendios.
El nivel de ruido percibido tiene que estar en los niveles adecuados para que no ponga en peligro la salud de las personas y les permita realizar satisfactoriamente sus actividades. Probado bajo fuertes lluvias, el fibrocemento produce la mitad de ruido que el metal, con independencia del aislamiento.
Si tu edificio no está calefactado o refrigerado, y no trabajan personas en su interior, puede que no necesites aislarlo. Las placas de fibrocemento son la mejor opción de cobertura para un almacén seguro y duradero.
Los paneles sándwich Agrotherm+ de fibrocemento, tienen todas las ventajas de las placas onduladas. Al no tener elementos metálicos en su composición, no se oxidan, garantizando la durabilidad de su cubierta. El panel cuenta con un aislamiento de poliuretano homogéneo de 40 kg/m3 y un acabado interior de poliéster blanco que aporta luminosidad. El poliéster interior resiste la limpieza mecánica con agua a presión y desinfectantes. Reforzado con una junta longitudinal de PVC que facilita el encaje y estanqueidad entre paneles.
Cambiar la cubierta de la nave fue muy buena decisión. Hay mucho menos ruido, y el calor y el frío ya no son un problema. Los trabajadores están mucho más cómodos y hemos calculado que tendremos importantes ahorros en climatización y calefacción.
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