Naves ganaderas: ¿qué aislamiento aplicar en función del tipo de ganado?

En estos días calurosos de verano, hay que pensar que, si nosotros sufrimos con las altas temperaturas, los animales se ven todavía más afectados. Pero el calor no influye de la misma manera a todas las especies. Vayamos por partes.

Naves ganaderas: ¿qué aislamiento aplicar en función del tipo de ganado?

El caballo, un atleta con un mecanismo de sudoración muy poco eficiente

Los caballos son más sensibles al calor que las personas. y su temperatura corporal aumenta de una forma mucho más rápida. Por esta razón, son más sensibles a los efectos del estrés por calor que los seres humanos. Para defenderse de las consecuencias fatales de la hipertermia, los caballos sudan, pero solo el 25-30 % del sudor se evapora, con lo que se trata de una sudoración mucho menos eficiente que, por ejemplo, la de las personas. Por todo ello, debemos asegurar el suministro continuo y suficiente de agua a nuestros caballos y ducharlos si es preciso. Otro aspecto fundamental, en el que Euronit nos puede ayudar, es a la hora de ofrecer sombra a los animales: la placa Granonda, disponible en diversos colores para poder mimetizarse con el entorno, es la solución ideal para evitar la exposición directa al sol.

Naves ganaderas: ¿qué aislamiento aplicar en función del tipo de ganado?

La vaca: cómo evitar que el bienestar animal se vea afectado

El estrés por calor es uno de los principales retos a los que se enfrenta el ganado vacuno de leche, ya que no solo afecta a la cantidad y a la calidad de la leche producida, sino también a la reproducción y al bienestar de los animales. En general, las vacas de alta producción son más sensibles y el inicio de la lactación es el periodo más delicado.

Para reducir sus efectos se pueden llevar a cabo varias estrategias, basadas en el principio de que no requieran una elevada inversión y que sean factibles en términos de manejo y mano de obra. A grandes rasgos estas acciones serían:

• Modificar la alimentación, aportando un pienso más concentrado y apetecible para incrementar su consumo. • Optimizar el consumo de agua. Asegurarse que todos los animales disponen de agua en cantidad y calidad suficiente. • Sistemas de ventilación y de aspersión con agua para reducir la temperatura de los alojamientos. • Proporcionar sombra a los animales y un correcto aislamiento de los alojamientos. En efecto, un buen aislamiento de las cubiertas protege no solo del frío sino también del calor, por lo que permite que la temperatura en el interior de las naves ganaderas no se eleve en exceso. El panel Agrotherm®+ es el elemento perfecto para la cubierta y aporta el mejor aislamiento del mercado.

Naves ganaderas: ¿qué aislamiento aplicar en función del tipo de ganado?

Los cerdos consiguen un gran rendimiento a costa de producir más calor

Los cerdos que se emplean en la actualidad tienen un rendimiento mucho mayor que sus antecesores, pero también a cambio producen mucho más calor corporal. Además, los cerdos, tienen tres grandes desventajas a la hora de luchar contra el calor: no sudan, sus pulmones son pequeños en comparación con su tamaño (por lo que eliminan poco calor por el jadeo), y tienen una capa de grasa subcutánea relativamente gruesa.

Las herramientas recomendadas para reducir el estrés calórico en el cerdo son las siguientes

• Aumentar la ventilación, el flujo de aire y los sistemas de enfriamiento, si existieran. • Reducir, si es posible, la densidad de animales. • Mantener la temperatura del agua tan baja como sea posible. • Evitar suministrar el pienso durante el período más caluroso del día, etc.

Pero sin duda una medida fundamental es el correcto aislamiento de las naves ganaderas y un buen sistema de ventilación pasiva basado en el uso de cumbreras con remates de cemento reforzado y chimeneas de polietileno.

En la oveja, el efecto más notable del calor es la pérdida de producción de leche

El ovino, cuando sobrepasa la temperatura por encima de su rango de bienestar térmico, pone en marcha sus mecanismos compensadores como la evaporación respiratoria y cutánea, pero estos pueden resultar insuficientes. El ganado ovino es menos susceptible al estrés calórico que el porcino o el vacuno porque está dotado de mecanismos renales de reabsorción de agua más eficaces. Una dieta concentrada, como lo cereales, proporciona la energía suficiente para mantener la temperatura corporal sin generar un calor residual excesivo como sucede con los forrajes de baja calidad. Una vez más, unas instalaciones adecuadas, bien aisladas, bien ventiladas, con sombras suficientes y un suministro de agua suficiente y de calidad, son la base para minimizar el efecto del estrés por calor.