Mantenimiento y reparación de tejados, prepárate para el invierno

“Winter is coming”, el lema de la familia Stark en Juego de Tronos que se ha convertido en símbolo de todos nuestros temores, es en el caso de los tejados una realidad que no debe pillarnos desprevenidos.

Quien más, quien menos sufrió el año pasado los efectos de la Tormenta Filomena que dejó nevadas históricas por medio mundo e hizo vencer muchos tejados que no estaban preparados para una inclemencia de tan inesperada magnitud. Aunque cronológicamente no parece que toque otro fenómeno así este año, la realidad reciente nos ha hecho prepararnos para lo inexplicable y algunos meteorólogos advierten de un nuevo invierno inhóspito tras un otoño excepcionalmente cálido.

Y sí, la nieve trae magia, los niños la adoran, el color blanco cobra un nuevo sentido… pero, visiones románticas aparte, hay que preguntarse si estamos preparados para recibir el invierno, como quiera que venga, en condiciones óptimas.

Las cubiertas inclinadas, como defendemos siempre, son mejores para soportar los embates de la nieve, el hielo o el viento por la caída natural del agua, pero en sí mismas no son garantía de inmunidad ante posibles daños.

La edificación tiene que contar con elementos de aislamiento duraderos que han de ser revisados regularmente en busca de posibles grietas o desperfectos que, en caso de no repararse, pueden convertirse en un problema oneroso y de difícil solución.

Ahora que empieza el otoño y que las hojas de los árboles comienzan a posarse sobre las tejas y los canalones es un buen momento para encargar una revisión profunda de las cubiertas y sus elementos (canalones, bajantes, remates, cumbreras, etc.)

Prudencia sin riesgo

Si pasados estos meses de otoño la nieve vuelve a adueñarse del tejado, recuerda que su retirada ayuda a prevenir problemas estructurales o incluso derrumbes.

Pero ojo, no nos cansaremos de insistir en la necesidad de evitar subir al tejado si no es profesional e intentar realizar cualquier tarea con los pies anclados al suelo. Puede considerar el uso de anticongelantes que se pueden rociar en los techos para ayudar a derretir la nieve o utilizar rastrillos desde el suelo o terrazas. Si utiliza una escalera asegúrese de que está nivelada y segura y de que no apoya sobre suelo mojado o helado. Revise los peldaños y limpie su calzado de agua o nieve.

Ya saben: aquello de “ser prevenido vale por dos” es una realidad cuando se trata de la impermeabilización y aislamiento de los tejados. La prevención vale tiempo y dinero (ahorro en calefacción y posibles reparaciones indeseadas), así que llame a un profesional y escoja productos certificados de calidad y, de paso, sostenibles.