Cuestiones a tener en cuenta a la hora de diseñar un alojamiento ganadero

Cuestiones a tener en cuenta a la hora de diseñar un alojamiento ganadero

Una vez tomada la decisión de construir una instalación para ganado, o bien renovar/reformar una ya existente, hay que tener en cuenta toda una serie de cuestiones. Antes de comenzar, es interesante señalar que es imprescindible tener muy definido que es lo que se quiere hacer, con el fin de poder optimizar el diseño en todos sus aspectos.

Así, no solo hay que tener en cuenta la producción que se va a realizar en el presente, sino que también habrá que dejar abierta la opción de poder readaptarse en el futuro si se decide un cambio de rumbo. De la misma manera, entre las primeras cuestiones a tener en cuenta también están el tipo de producción que se va a llevar a cabo, la base animal con la que se va a contar, qué nivel de tecnificación se va a adoptar, con qué base de conocimiento se cuenta, etc.

Destino del producto

En un mercado cada vez más globalizado, existen muchas posibilidades de que nuestro producto pueda ser vendido en lugares del mundo muy distantes de la explotación. Por tanto, la capacidad de producción debe ser adaptable y versátil, pues los formatos de venta de la base animal varían según los países de destino e incluso de la época del año (estacionalidad).

Volumen de producción

Este es quizá uno de los apartados más determinantes. Las instalaciones deben de ser capaces de alojar nuestra producción total a lo largo de todo el año, teniendo en cuenta las posibles variaciones estacionales que se puedan dar. Este factor depende también directamente del volumen de mano de obra con el que podamos contar, dadas las limitaciones existentes hoy en día. Por último, hay que tener claro el concepto de economía de escala, para poder producir a un bajo coste de producción. Así, deberán fijarse unas producciones mínimas que permitan ser competitivos.

Capacidad financiera

Pero claro, aunque no se deba de perder de vista en ningún momento al cliente final al que vamos a destinar nuestra producción, hay que tener clara la capacidad financiera disponible para este proyecto, es decir, con qué capital propio se cuenta o qué capacidad de endeudamiento se tiene. Si se tiene que recurrir a la financiación externa hay evaluar cuál es el coste de oportunidad y en qué periodo se espera recuperar la inversión (teniendo siempre presente la vida útil de la instalación y su valor residual). Es conveniente contar con un plazo de amortización realista y que contemple un intervalo de precios de venta y costes variable a lo largo del mismo.

Restricciones normativas

En la actualidad, las normativas a las que está sometida la producción ganadera son cada vez más exigentes y variables en el tiempo. Y ya no solo son de aplicación las normativas locales, autonómicas, nacionales y europeas, sino que también deben tenerse en cuenta aquellas de los países de destino. No debe de olvidarse tampoco que la instalación tendrá que estar integrada en un sistema de trazabilidad.

Nivel de especialización

Aquí es donde posiblemente radique el éxito del proyecto. Cuanto más centrados estén los esfuerzos en producir un determinado tipo de producto, el proceso será mucho más eficaz, con una reducción de costes clara y un aumento consecuente de la rentabilidad.