Cómo contribuye mi cubierta a un edificio ECCN

Vayan acostumbrándose a estas siglas. El pasaporte que todo ciudadano querría tener. La combinación perfecta entre negocio y responsabilidad, entre sostenibilidad y vida. Los Edificios de Consumo de energía Casi Nulo o nzeb buildings (por sus siglas en inglés Nearly Zero Energy Buildings) no son solo una respuesta a la alarma climática, la escasez de recursos o a las nuevas normativas, son una reacción cabal a un mundo que, a la vista está, está obligado a cambiar el paso para garantizar el bienestar de sus habitantes.

El sector y los gobernantes debaten desde hace años sobre los retos que enfrenta el sector de la construcción en lo que a la eficiencia energética respecta. Los modelos arquitectónicos y urbanísticos, el rumbo de la edificación sostenible o la capacidad de las ciudades para afrontar la descarbonización y/o diseñar nuevas soluciones urbanísticas.

Los datos no mienten, según la Comisión Europea, los edificios son responsables del 40% del consumo energético de la UE y del 36% de las emisiones de gases de efecto invernadero, generadas principalmente durante su construcción, utilización, renovación y demolición.

Los gobernantes europeos ya en el lejano 2010 aprobaron una Directiva de Eficiencia Energética de Edificios que tenía como objetivo implantar en 2020 los edificios ECCN y la mejora de la eficiencia energética de los edificios va a ser determinante para el ambicioso objetivo de conseguir la neutralidad en emisiones de carbono establecida para 2050 en el Pacto Verde Europeo.

Coincidiendo con la celebración del VII Congreso ECCN en Madrid el 5 de noviembre, queremos aprovechar para resaltar uno de los paradigmas fundamentales de la sostenibilidad constructiva, la cubierta.

Cómo contribuye mi cubierta a  un edificio ECCN

Tanto en la obra nueva como en la rehabilitación - vital para la sostenibilidad en la envejecida arquitectura europea- hace tiempo que se producen soluciones constructivas mucho más eficientes y sostenibles, que apuestan por productos y sistemas que no sólo mejoran la ansiada impermeabilización, sino que se convierten en auténticos ahorradores de consumo energético y monetario para los habitantes de las viviendas y el conjunto del planeta.

El objetivo de una buena cubierta no es otro que reducir su huella ambiental a lo largo de una vida útil que conviene alargar al máximo. Un concepto que, además, en Euronit aplicamos en origen, desde el diseño y concepción de los materiales bajo criterios de eficiencia energética, e impacto ambiental de la fabricación y eventual reciclaje.

Según datos de la UE, aproximadamente el 75% del parque inmobiliario de la UE es ineficiente desde el punto de vista energético. “Gran parte de la energía consumida se malgasta. Las pérdidas de energía pueden minimizarse mejorando los edificios ya existentes y apostando por soluciones inteligentes y materiales eficientes desde el punto de vista energético para las nuevas construcciones”, explica la Comisión Europea en un informe de febrero de 2020 sobre la eficiencia de los edificios.

Y resulta que hasta un 30 por ciento de la temida pérdida de energía de los edificios tiene su origen en las cubiertas, una realidad que ha marcado en buena parte nuestra hoja de ruta. La durabilidad y eficiencia de los materiales es una obsesión y llevamos años investigando y aplicando nuevas soluciones para mejorar la habitabilidad con nuestros paneles y placas de fibrocemento para cubiertas inclinadas, más eficaces en eficiencia energética, acústica y durabilidad.

Con una amplia variedad de productos, la innovación está presente permanentemente en nuestra actividad como te explicamos en esta entrada y nos ayuda enormemente a cumplir la bienvenida nueva normativa que pretende “mejorar la calidad de las envolventes térmicas de los edificios y fomentar el uso de las tecnologías más eficientes y sostenibles para su acondicionamiento para alcanzar unas condiciones adecuadas de confort con el mínimo gasto energético”.