Mejorar el estatus sanitario de la cabaña ganadera del país es un objetivo claro para el sector, ya que reduce las pérdidas económicas, mejora el rendimiento productivo y ayuda a proteger la salud humana.
Para ello, es necesario luchar frente a aquellas enfermedades que afectan al ganado de forma recurrente y aquellas que causan brotes de gran impacto. Los programas de control y vigilancia son esenciales para tratar de minimizar las consecuencias de estas patologías que, además en muchos casos, pueden causar enfermedad a las personas.
Situación sanitaria en España
Europa y España enfrentan la aparición de graves enfermedades que afectan a diversas especies ganaderas.
En el caso de nuestro país, solo en el último mes se han notificado casos de lengua azul, influenza aviar de alta patogenicidad en aves silvestres y aves de corral, carbunco bacteridiano y la temida dermatitis nodular contagiosa de los bóvidos.
Esta patología, de notificación obligatoria, está causando una gran alerta puesto que el impacto sobre la producción es muy elevado, en particular en vacas de leche.
Para estar al día y conocer la situación epidemiológica diaria, en la web del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se pueden consultar las notificaciones registradas de enfermedades de los animales de declaración obligatoria en España.
La legislación europea establece medidas en el caso de sospecha de ciertas enfermedades animales, como la obligatoriedad de notificación, el uso de métodos diagnósticos apropiados, el establecimiento de zonas restringidas e infectadas, y las prohibiciones y condiciones para el movimiento autorizado de animales en dichas zonas.
Para aplicar los programas de erradicación de estas enfermedades es necesario establecer:
- Programas de diagnóstico y vigilancia epidemiológica que permitan detectar brotes de forma temprana.
- Estrategias de identificación y registro de los animales que permitan hacer un seguimiento exhaustivo en la gestión de los brotes.
- Programas de control mediante la vacunación, el tratamiento de enfermos, el establecimiento de medidas de bioseguridad estrictas y, en algunos casos, el sacrificio de los animales.
Bioseguridad: primera línea de defensa frente a enfermedades
La Organización Mundial de la Salud Animal (OIE) define la bioseguridad en el Código Sanitario para los Animales Terrestres como: “el conjunto de medidas de gestión y físicas diseñadas para reducir el riesgo de introducción, establecimiento y propagación de enfermedades, infecciones o infestaciones animales hacia, desde y dentro de una población animal.”
Es uno de los componentes esenciales del concepto “Una Sola Salud” (One Health), ya que tiene como objetivo prevenir las infecciones y su propagación entre animales, los seres humanos y el medio ambiente protegiendo, por tanto, la salud y el bienestar.
Un plan de bioseguridad debe considerarse siempre como una inversión, ya que permite reducir los riesgos de introducción y propagación de enfermedades en la explotación. No solo abarca infraestructuras, materiales y equipos, sino también estrictas medidas de manejo. Además, un componente fundamental es la formación y concienciación del personal de la granja, clave para garantizar la efectividad del plan.
Compromiso total con la bioseguridad: así trabaja Euronit por la ganadería
Las placas de fibrocemento de Euronit son una solución eficaz para la ganadería.
Todos están fabricados con fibrocemento, material inerte de elevada resistencia y durabilidad frente al desgaste cotidiano, alta eficiencia térmica, fácil instalación y bajo mantenimiento. Es, además, inoxidable y resistente a la corrosión, lo que confiere gran idoneidad para soportar ambientes corrosivos como son las granjas de animales.
Además, no absorbe la humedad ni sustancias procedentes de excrementos evitando, de esta manera, la proliferación de bacterias u hongos.
Todas estas características confieren a los productos Euronit un valor extraordinario, ya que reducen los riesgos de contaminación en las explotaciones ganaderas gracias a la ausencia de nutrientes y condiciones favorables para que los microorganismos proliferen.
En el caso de Agrotherm+, el material interior es lavable y resistente a desinfectantes, lo que facilita la eliminación de agentes patógenos y residuos de las superficies.
En conclusión, utilizar fibrocemento para las cubiertas en granjas ayuda a mantener un entorno más higiénico y seguro para los animales, porque actúa como un “material que no respira ni alimenta patógenos”.