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El alojamiento debe de garantizar que la actividad que se realiza en su interior sea rentable, respetando el bienestar animal, el medio ambiente y la calidad de vida de los trabajadores. Un buen alojamiento ganadero es clave para asegurar el normal comportamiento de los animales, minimizando el estrés y asegurando un óptimo funcionamiento del sistema inmunitario. Por eso es fundamental que los materiales elegidos sean duraderos, y así podrás dedicarte a cuidar de tus animales, y no del mantenimiento de las instalaciones.
El estrés calórico reduce directamente la eficiencia de las vacas lecheras, incrementando los costes. De forma inmediata baja la producción y calidad de la leche, aumenta el ritmo respiratorio y la sudoración y cambia su normal comportamiento, buscando sombra y viento y posturas en extensión. Como consecuencia, reduce su capacidad inmunológica siendo más vulnerable a enfermedades y reduce los índices reproductivos.
La nave ganadera tiene que mantener la temperatura en el intervalo termo-neutro o zona de confort térmico entre 0 y 24ºC, pudiendo mantener su producción incluso con temperaturas de -10ºC. Esto se consigue combinando temperatura, humedad relativa (HR) y la velocidad del aire. Si logras mantener un buen equilibrio, conseguirás minimizar el estrés calórico, un nivel óptimo de bioseguridad y prolongar la vida de tu nave.
Es muy importante tener un buen control de la composición del aire del interior de la cuadra. Con la ventilación, se consigue eliminar polvo y olores, gases nocivos y disminuir la concentración de microorganismos. Además de expulsar el exceso de vapor de agua.
El sistema de ventilación natural es el más sencillo y económico. Existen múltiples opciones de ventilación por cumbrera con chimeneas o remates de fibrocemento que potencian el efecto chimenea.
El diseño de la nave agrícola debe de facilitar la limpieza y desinfección. Los materiales deben de tener superficies lisas, que eviten el depósito de materia orgánica y que permitan la limpieza mecánica a presión con desinfectantes.
Hace un año cambiamos la cubierta de nuestra nave de vacuno, que estaba totalmente oxidada. El instalador nos recomendó la placa Granonda de fibrocemento y estamos encantados!
Al ser transpirable, deja salir la humedad y las camas y el alimento se mantienen secos.
María – ganadera de vacuno de Galicia.
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